Su familia ha sido siempre su gran pilar. “Ellos me abrieron el camino”,
ha llegado a decir en alguna ocasión David Ferrer. Y es que Pilar y
Jaime, sus padres, le introdujeron a él y a su hermano Javier en el
mundo del tenis.
Fue el 29 de noviembre de 1989 cuando Miloš
Jakeš y el resto de miembros del Partido Comunista de Checoslovaquia, al
no recibir la ayuda que habían solicitado a Moscú, decidieron abandonar
el poder en Praga.
Hubo un tiempo en el que un hidalgo de esbelta figura paseaba por la meseta manchega empuñando su lanza a lomos de su corcel, ataviado en su armadura y acompañado de su fiel escudero.